Cuando los agentes de la cadena de suministro del café invierten en calidad, todos se benefician: desde el agricultor, que obtiene mejores precios, hasta el consumidor, que disfruta de una taza mejor. El mes pasado, nos asociamos con Intelligentsia, pionera en cafés especiales, y con productores de café de toda Colombia para aprender a mejorar el café, tanto para quienes lo beben como para quienes lo cultivan.
Sin apoyo, los pequeños caficultores están estructuralmente en desventaja en una economía global que premia la eficiencia y la escala. Muchos agricultores están situados en altitudes elevadas, donde el café prospera pero el acceso a los mercados es difícil. Al funcionar solas, no pueden adquirir insumos agrícolas ni formación que podrían aumentar la productividad. A menudo, estos agricultores pierden la mayor parte de sus ya escasos beneficios al vender a intermediarios que son los únicos compradores disponibles. Por muy alta que sea su cosecha, a menudo se mezcla con mezclas de menor calidad que se venden a precios más bajos.
Franco Héctor, siete veces ganador de la Copa Colombiana de la Excelencia
Trabajando juntos, las organizaciones de productores, los financieros como Root Capital y los tostadores como Intelligentsia pueden ofrecer un camino diferente. Las organizaciones de productores agrupan a los agricultores alejados; aumentan los beneficios al eliminar la necesidad de intermediarios; y ofrecen insumos, microcréditos y formación que pueden maximizar la eficiencia de los productores y la calidad del café. Financieros como Root Capital pueden ofrecer a esas empresas el crédito que necesitan para comprar materias primas a los agricultores o invertir en nuevos equipos, así como formación que les ayude a introducir mejoras estratégicas, financieras u operativas en su negocio. Y los tostadores como Intelligentsia -además de proporcionar a los agricultores un comprador constante- pueden implicar a los productores en el proceso de calidad, fomentar la transparencia y pagar precios que recompensen los resultados sobresalientes.
Si se hace bien, este modelo es beneficioso para productores, compradores y consumidores. Pero todo gira en torno a una taza de alta calidad. Por eso, juntos, lanzamos la primera conferencia ECWx en Colombia, que reunió a 40 agricultores y líderes empresariales cafeteros en un taller de cuatro días para enseñar a los productores a mejorar la calidad del café y la competitividad en el mercado.
El taller incluyó sesiones instructivas tanto «en el aula» como sobre el terreno.
Cuando Intelligentsia y Root Capital se unieron para planificar el ECWx, nos imaginamos una versión local de la reunión mundial del ECW, una que abordara las necesidades y los retos específicos de los productores de café colombianos. Para ello, combinamos el modelo básico de ECW con una serie de visitas a fincas cafeteras y cursos de formación sobre gestión empresarial, calidad del café y gestión de la información. A lo largo de los cinco días que duró el taller, nos propusimos ofrecer a los agricultores y líderes empresariales colombianos el espacio necesario para desarrollar sus capacidades, crear redes y compartir experiencias comunes.
Instantáneas de la jornada inaugural del taller y de las visitas a las granjas de La Mina y La Florida.
El primer día del taller comenzó a un ritmo relajado, a medida que los participantes de todo el país llegaban a la ciudad sureña de Pasto y se reunían durante la cena. El segundo día, Root Capital y el personal de Intelligentsia guiaron a los líderes empresariales y a los productores de café a través de talleres sobre la calidad del café y la importancia de la gestión empresarial. El miércoles, nos levantamos temprano para ir a las colinas de la ciudad a visitar dos cafetales: La Mina, una explotación a pequeña escala que ha ganado siete veces la Taza de la Excelencia de Colombia, y La Florida, una planta de procesamiento más grande que se abastece de café de toda la región. Productores y directivos guiaron a nuestros participantes a través de las técnicas que utilizan para maximizar la calidad en origen, desde elaborados sistemas de secado hasta laboratorios de control de calidad in situ.
El jueves por la mañana, profundizamos en la gestión de la información, un componente fundamental pero a menudo pasado por alto para dirigir con éxito un negocio de café. Representantes de Cropster, COOCENTRAL y Pastoral Social presentaron ejemplos de cómo la gestión de la información puede aumentar la eficacia y la competitividad de las cooperativas cafeteras. Los directivos de COSURCA, cliente de Root Capital, mostraron a los participantes los sistemas que utilizan para gestionar los datos de los agricultores, innovaciones que han implantado con el apoyo del equipo de asesores de Root Capital. Después visitamos una tercera finca cafetera en las afueras de la ciudad de Tangua, antes de cerrar el taller con una última visita y una sesión de cata en la finca de cafés especiales Villa Loyola.
En general, el taller fue un éxito, y demostró que nuestra idea de fusionar la experiencia de Intelligentsia en la calidad del café con la experiencia de Root Capital en la gestión de la información y las metodologías de formación tenía potencial. Nos impresionó especialmente la rapidez con la que los participantes se reunieron y conectaron en torno a experiencias compartidas, ya fueran agricultores, líderes empresariales o ambos. De hecho, para ayudar a los participantes a mantenerse en contacto después de volver a casa, creamos un grupo de WhatsApp que representa la primera red informal de calidad del café del país.
Mientras sentamos las bases para el próximo ECWx en 2019, estamos reflexionando sobre la mejor manera de seguir aprovechando las conexiones que nuestros participantes establecieron en este taller para crear redes duraderas que tengan un valor real. También seguimos explorando qué tecnologías son útiles para los líderes empresariales y los pequeños agricultores, para que en futuros talleres podamos formar a nuestros participantes sobre cómo utilizarlas. Hemos visto que esto funciona bien con la tecnología móvil y de la información que los gestores pueden utilizar para recopilar y analizar datos de los agricultores, pero hay que reconocer que la innovación es un hábito, no un objetivo final.
Cuando pusimos en marcha este taller, estábamos decididos a crear un espacio en el que los profesionales del café, que tienen pocas oportunidades de conectarse, pudieran hacer que sus empresas fueran más competitivas mejorando la gestión de su información y maximizando la calidad. Aunque este taller fue sólo un primer paso (¡y tenemos mucho que aprender!), estamos convencidos de que este experimento tiene el potencial de crear un valor real tanto para los pequeños propietarios como para los profesionales del café.
Este taller formaba parte de la Asociación para un Café Sostenible, una alianza entre USAID, Keurig Dr Pepper y Root Capital. Apoyando a 100 empresas cafeteras con préstamos, asesoramiento y desarrollo de capacidades, este proyecto de tres años mejorará la vida y los medios de subsistencia de 90.000 pequeños agricultores, así como de los aproximadamente 500.000 miembros de sus hogares que dependen de su éxito. Más información sobre la asociación aquí.