En las brumosas tierras altas de Gayo, al norte de Sumatra, Ibu Rahmah está dejando su huella en la industria cafetera de Indonesia.
Hace veinte años, Rahmah empezó a trabajar como pequeño comerciante, comprando unos cuantos kilos de cerezas de café recogidas a mano a agricultores individuales y revendiéndolos a comerciantes más grandes. A través de su trabajo habló con cientos de agricultores, y una y otra vez expresaron un único deseo: formar una cooperativa y luchar juntos por más derechos y mejores salarios.
Así que Rahmah pasó a la acción. En 2009, organizó a otros 37 comerciantes y agricultores de café para fundar la cooperativa Ketiara. Bajo su liderazgo, la cooperativa ha crecido exponencialmente hasta alcanzar casi 2.000 pequeños agricultores. En menos de una década, se ha convertido en una de las cooperativas de café más exitosas y respetadas de la región. Y en una región conservadora en la que apenas hay mujeres en altos cargos, la presidenta Rahmah se ha ganado el respeto de sus agricultores. El sitio web de Ketiara afirma con orgullo: «¡Ha demostrado ser fiable, de confianza y una muy buena líder empresarial!».
Café Ketiara: de la cosecha a la exportación.
Cuando Root Capital reanudó sus préstamos en Indonesia en 2014, nos fijamos primero en Ketiara. Empezamos con un préstamo de crédito comercial de 550.000 dólares, financiación que permitió a Ketiara pagar a los agricultores en el intervalo entre la recolección del café y su venta en el mercado mundial. Desde entonces, el negocio ha crecido con nosotros. Aumentamos el tamaño de sus préstamos a 1 millón de dólares en 2015, y luego a 1,5 millones en 2016. La cooperativa ha devuelto cada préstamo en su totalidad.
Lo que distingue el liderazgo de Rahmah no es sólo su aguda perspicacia empresarial, sino su compromiso con la justicia social. Tras su elección como presidenta, Rahmah llevó a la cooperativa a conseguir la certificación de Comercio Justo para que los agricultores pudieran recibir un precio superior por su café. Bajo la dirección de Rahmah, los agricultores de Ketiara decidieron invertir esa prima en una mejor asistencia sanitaria, educación e infraestructuras para su comunidad y en mejoras a largo plazo en sus granjas, garantizando que puedan prosperar en los años venideros.
Aunque reconoce que todos los cultivadores de café se enfrentan a retos, Rahmah está especialmente interesada en el éxito de las mujeres agricultoras. La sociedad gayonesa es, en general, tradicional, conservadora y dominada por los hombres. En una región en la que muchas mujeres deben consultar a sus maridos las decisiones financieras, es raro que una mujer dirija un negocio. Pero Rahmah está decidida a cambiar esta situación. Y para ello, se asegura de que las mujeres puedan triunfar: una mujer cada vez.
Rahmah (de marrón) con los cooperativistas de Ketiara Bu Husnaini (de cuadros) y Bu Aini Ibrahim (de azul).
En primer lugar, Rahmah se asegura de que su cooperativa siga incluyendo a las mujeres agricultoras. De los 1.900 pequeños propietarios que cultivan café para Ketiara, más del 40% son mujeres. Además, bajo su liderazgo la cooperativa desarrolló una línea de café cultivado sólo por mujeres, apodado «Reina Ketiara». Esta línea de café para mujeres se ha convertido en uno de los mayores activos de la cooperativa. Durante los últimos años, las mujeres de Ketiara han suministrado granos de alta calidad para la línea «Café la Dueña» de Allegro Coffee, que se distribuye en las tiendas de Whole Foods Market de todo Estados Unidos.
Gracias al liderazgo de Rahmah, casi 2.000 agricultores gayoneses están consiguiendo un trato mejor. Pero quizás lo más importante es que está enviando a su comunidad un importante mensaje: que poner a las mujeres al mando merece la pena.
Este mes nos centramos en cómo el apoyo a las empresas inclusivas en materia de género puede abrir oportunidades a las mujeres.
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Fotos © Colectivo Coffee y Root Capital