Nuestro enfoque
Root Capital colabora con las empresas agrícolas para que su éxito pueda fomentar comunidades rurales más prósperas, inclusivas y resilientes.
El fundador y director general de Root Capital, Willy Foote, habla del enfoque de Root Capital en TEDxBOSTON.
Solo lo lograremos juntos.
Root Capital está reimaginando la resiliencia. Creemos que la resiliencia no es responsabilidad exclusiva de los más vulnerables, que ya tienen que esforzarse por superar historias de marginación, abandono y pobreza sistémica, sino un proyecto dinámico y colectivo que recurre a las perspectivas, los talentos y los recursos de todos nosotros.
Los próximos años pueden ser un punto de inflexión si trabajamos juntos para invertir en soluciones probadas. Con el apoyo adecuado, las empresas agrícolas pueden ser motores de impacto.
Nuestros caminos hacia el progreso
Con el apoyo adecuado, las empresas agrícolas pueden actuar como motores de impacto para sus comunidades locales, aumentando los ingresos, creando empleo, elevando a las mujeres y a los y las jóvenes, preservando los ecosistemas vulnerables y desarrollando la prosperidad rural. Nuestros servicios están diseñados a través de cuatro vías de impacto esenciales para reforzar la resiliencia rural:
Dónde trabajamos
Proporcionamos estabilidad en un entorno volátil.
Como inversores que dan prioridad al impacto, operamos en países que sufren perturbaciones climáticas, inestabilidad económica y agitación política, y en mercados con fluctuaciones extremas, como el café, el cacao y los frutos secos. Nuestro enfoque firme y nuestra mayor apetito de riesgo nos hacen un socio estable para nuestros clientes en un entorno por lo demás tumultuoso.
En toda África, los y las pequeños/as agricultores/as cultivan café, cacao, nueces de macadamia y sorgo que impulsan la economía, así como cultivos alimentarios locales para alimentar a la creciente población. Estos agricultores y agricultoras dependen de empresas agrícolas que les ayuden a acceder a los mercados nacionales e internacionales.
Sumatra alberga algunos de los cafés de mayor calidad del mundo, cultivados por miles de pequeños agricultores y agricultoras. Estos agricultores y agricultoras trabajan con cooperativas y empresas sociales para procesar sus productos y asegurarse de que obtienen un precio justo en el mercado internacional.
Desde que concedimos nuestro primer préstamo a una cooperativa cafetera de Guatemala en 1999, seguimos invirtiendo en pequeñas empresas agrícolas en crecimiento de toda la región.
Desde organizaciones de productores bien establecidas hasta empresas en fase inicial que buscan crecer, la región está llena de empresas preparadas para impulsar el impacto para las personas que trabajan en la pequeña agricultura. Este apoyo es cada vez más urgente, ya que la región lucha contra las catástrofes naturales y las consecuencias del cambio climático.
En los Andes, el paisaje está salpicado de pequeños agricultores y agricultoras que se ganan la vida cultivando café o cacao. Estos agricultores y agricultoras son miembros de cooperativas, asociaciones o empresas sociales que les permiten obtener precios superiores en el mercado internacional.
Medir nuestro impacto
Al medir nuestro impacto, desbloqueamos datos críticos que impulsan la toma de decisiones reales sobre dónde y cómo desplegamos unos recursos limitados.
Estas métricas no sólo impulsan nuestra estrategia, sino que también orientan a nuestros clientes e influyen en un ecosistema más amplio de proveedores de servicios y socios de la cadena de valor centrados en los y las pequeños/as agricultores/as. Como resultado, hemos acumulado un importante conjunto de datos y un creciente corpus de pruebas, cuidadosamente seleccionados a lo largo de más de dos décadas, que compartimos de forma proactiva con las partes interesadas y a través de nuestros canales digitales.