A través de este blog, intentamos acercarte a nuestros clientes y a sus historias. A veces, algunos de nuestros socios y donantes aprovechan la oportunidad para acercarse aún más, y nos acompañan por la montaña y el camino embarrado para conocer a los agricultores y ver de primera mano las increíbles empresas agrícolas con las que trabajamos.
Hace dos semanas, el equipo de Root Capital -nuestra vicepresidenta senior, Catherine Gill, nuestra agente de préstamos colombiana y yo- viajamos en autobús por las tierras cafeteras de Colombia con socios de la Fundación Weissberg, Dietel Partners y el Instituto Aspen, en un viaje temático sobre Mujeres en la Agricultura.
Primero nos dirigimos a la tierra de los Arahuaco, el mayor grupo indígena de Colombia, para reunirnos con una cooperativa cafetera de 600 miembros llamada ANEI. La cooperativa es cliente de Root Capital desde 2012, y compra las cosechas a agricultores que representan a cuatro grupos indígenas diferentes y a agricultores mestizos.
En su sede cafetera de Valledupar, nos recibieron Aurora María Izquierdo, la carismática fundadora con una sonrisa un poco traviesa, y la primera en dejar su comunidad para estudiar, y su equipo -en su mayoría jóvenes veinteañeros a los que la ANEI está animando, y en algunos casos apoyando económicamente, para que sigan estudios universitarios y aporten ideas nuevas a las operaciones de la organización. En palabras de Zeleywia Izquierdo Suárez, una de las jóvenes líderes prometedoras de la ANEI, «soñamos a saltos, no a pasos».
Tras un día de compartir en la oficina, incluida una cata de café dirigida por dos jóvenes mujeres catadoras de café -un trabajo de alta cualificación y estatus normalmente reservado a los hombres en las cooperativas de café-, tuvimos el privilegio de viajar a la capital arahuaco, Nabusimake.
De todos los caminos de tierra que he recorrido, nunca he visto uno como el que atravesamos para llegar allí. Cuando miramos por el salpicadero del 4×4, lo único que vimos ante nosotros fue un sendero rocoso que ascendía por la montaña.
Llegamos con arepas frescas y una cálida bienvenida de los mamos (los sabios ancianos del pueblo). A lo largo del día, tuvimos una introducción íntima y generosa a la cultura Arahuaco.
Conocimos las prioridades de los arahuacos -conservar sus tradiciones culturales, mantener su entorno y prosperar económicamente- y que el café les proporcionaba los medios para hacer realidad su visión.
También nos hablaron de la evolución de los roles de género en su comunidad, concretamente del papel cada vez más importante que desempeñan las mujeres. Los ancianos han inaugurado la era de las mujeres proclamando que «Los hombres han calentado la tierra, y es hora de que las mujeres la enfríen». (¡Vaya!)
Tras visitar la ANEI, nos dirigimos al suroeste, al Cauca, para visitar COSURCA y la Federación Campesina del Cauca (FCC), clientes de Root Capital desde 2005 y 2009, respectivamente.
Aquí escuchamos cómo estas asociaciones locales de café han luchado por crear y mantener una alternativa económica viable a la economía de la droga en una zona rural que hace sólo ocho años era una de las violentas zonas calientes del conflicto entre las FARC y los paramilitares. Para promover su mensaje de paz, COSURCA está intentando crear su propia universidad con planes de estudios centrados conjuntamente en las habilidades empresariales para la agricultura y en una filosofía de paz y autodeterminación.
Nos fuimos conmovidos, sacudidos e inspirados. Fue un privilegio conocer a esta gente, aprender de ellos y sentirme muy bien por seguir trabajando con ellos en pos de sus visiones.